La Convención sobre los Humedales es un tratado intergubernamental aprobado el 2 de febrero de 1971 en la ciudad iraní de Ramsar, relativo a la conservación y el uso racional de los humedales. A pesar de que el nombre oficial de la Convención de Ramsar se refiere a los Humedales de Importancia Internacional, especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas, con los años su enfoque se ha ampliado y actualmente se utiliza apropiadamente el nombre de Convención sobre los Humedales.
La Convención entró en vigor en 1975 y en la actualidad 138 países de todo el mundo hectáreasn adherido a la misma. Al ratificar la Convención, cada país está obligado a designar al menos un humedal para ser incluido en la lista de humedales de importancia internacional. Este humedal debe cumplir con una serie de criterios que ameritan su inclusión en la lista. Actualmente, esta lista incluye 1328 sitios como Humedales de Importancia Internacional.
Los humedales que Ecuador ha listado como de importancia internacional son:
· Abras de Mantequilla 14/03/00 Los Ríos 22,500 hectáreas
· Humedales del Sur de Isabela 17/09/02 Galápagos 872 hectáreas
· Isla Santay 31/10/00 Guayas 4,705 hectáreas
· La Segua 07/06/00 Manabí 1836 hectáreas
· Laguna de Cube 02/02/02 Esmeraldas 113 hectáreas
· Machalilla 07/09/90 Manabí 14,430 hectáreas
· Manglares Churute 07/09/90 Guayas 35,042 hectáreas
· Parque Nacional Cajas 14/08/02 Azuay 29,477 hectáreas
· Refugio de Vida Silvestre Isla Santa Clara 02/02/02 El Oro 46 hectáreas
· Reserva Biológica Limoncocha 10/07/98 Sucumbíos 4,613 hectáreas
· Reserva Ecológica Cayapas-Mataje 12/06/03 Esmeraldas 44,847 hectáreas
Actualmente está en marcha el procedimiento para nominar a los humedales de las Reservas Ecológicas Antisana y Cayambe Coca como sitios de importancia internacional. MAS INFORMACION SOBRE LA CONVENCION RAMSAR
El término humedales se refiere a una amplia variedad de hábitats terrestres, costeros y marinos que comparten ciertas características. Son áreas que se inundan temporalmente, donde el nivel de agua subterránea aflora a la superficie y donde el suelo tiene una baja permeabilidad, de manera que se forman cuerpos de agua poco profundos. Todos los humedales comparten una propiedad primordial: el agua juega un papel fundamental en el sistema natural.
Esto hace que los humedales tengan características particulares, diferentes de otros ecosistemas terrestres. Por ejemplo presentan una dinámica amplia, tanto en el tiempo como en el espacio. Es decir que los humedales pueden variar en superficie y cantidad de agua a lo largo del año según el clima, las características geomorfológicas del terreno, la intensidad de uso del suelo, la cobertura vegetal natural y la fauna silvestre. Por ejemplo, existen lagunas o pantanos que se ven solamente en la época de lluvias y desaparecen en la época seca.
Esto tiene efectos importantes sobre la diversidad biológica de los humedales; pues las plantas y animales que allí habitan desarrollan adaptaciones para sobrevivir a estos cambios que pueden llegar a ser muy extremos.
Humedales: la definición de la Convención
Mundial sobre los Humedales (RAMSAR)
«Extensiones de marismas, pantanos y turberas o superficies cubiertas de agua, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros».
Turberas son las zonas donde hay turba y la turba es un tipo de suelo con gran humedad y dónde la vegetación se descompone lentamente por falta de oxigenación y/o por la altura sobre el nivel del mar; las turberas tienen casi siempre un olorcillo a azufre.
Los sistemas de humedales que se encuentran en las altas montañas andinas, por encima de unos 2800 metros sobre el nivel del mar, pueden considerarse un gran complejo de humedales de altura. Allí prevalecen condiciones húmedas y frías y se encuentran turberas y lagunas (turberas son las zonas donde hay turba; y la turba es un tipo de suelo con gran humedad y dónde la vegetación se descompone lentamente por falta de oxigenación y/o por la altura sobre el nivel del mar; las turberas tienen casi siempre un olorcillo a azufre). Normalmente los humedales de altura son valles glaciares en medio de montañas con condiciones de temperaturas frías.
Estas condiciones climáticas extremas han provocado el desarrollo de una biodiversidad muy especializada con formaciones vegetales espectaculares como las almohadillas, y animales emblemáticos como el cóndor y el oso de anteojos. Seis de cada diez especies de plantas de humedales de altura no se encuentran en ningún otro ecosistema en el planeta, a esto se le conoce como el endemismo, que en el caso de los humedales es muy alto.
Los humedales de altura constituyen ecosistemas estratégicos también por los servicios ambientales que ofrecen directa o indirectamente a más de 100 millones de personas en América del Sur, ya que forman la fuente del sistema hídrico de toda la Región Andina y juegan un papel fundamental en la regulación de agua para uso potable, riego y generación de energía. Las decenas de millones de habitantes en ciudades como Mérida, Bogotá y Quito dependen completamente de estas cisternas naturales, igual que los agricultores en los campos productivos de las zonas rurales
Finalmente, estos ecosistemas forman un importante espacio de vida y de riqueza cultural para numerosas comunidades campesinas e indígenas. (Algunos ejemplos de esta relación se pueden encontrar en el libro El Cóndor y la Vida, editado por Fundación Antisana).
Los humedales de las Reservas Ecológicas Antisana y Cayambe Coca en Ecuador
En la Reserva Ecológica Antisana se localizan varias lagunas, pantanos y nacientes de ríos, en una extensión de 22.500 hectáreas aproximadamente. La alta producción de agua de la zona llevó a la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Quito, EMAAP-Q, a instalar allí el sistema La Mica-Quito sur.
Actualmente, el 75% del agua para Quito proviene de los sistemas La Mica, Papallacta y Pita. La Mica está dentro de la Reserva Ecológica Antisana y aporta con el 33% de esas tres cuartas partes del agua para Quito. El sistema La Mica se nutre de los humedales de la Reserva Ecológica Antisana; y el sistema Papallacta de los humedales de la Reserva Ecológica Cayambe Coca.
Pero además, al occidente del volcán Antisana existen alrededor de 18 haciendas, barrios o sectores (Inga, El Marco, Tolóntag, San Agustín, Yurac, La Merced, El Chorro, San Alfonso, El Quinto, Chaquiscacocha, Pinantura, La Cocha, El Tablón, Guangoto, El Carmen, Antisanilla, Pushipungo, Antisana) que a través de acequias, canales y tuberías extraen agua de los riachuelos, ríos y vertientes para riego o consumo humano. Si esa población de usuarios se suma el pueblo de Píntag, cuyas fuentes de agua se originan en el páramo y las estribaciones del volcán Sincholagua, podemos afirmar que cerca de 20.000 personas dependen del páramo de Antisana, además de los 200.000 habitantes del sur de Quito que usan el sistema de agua potable La Mica Quito Sur.
Recursos y funciones de nuestros humedales
El recurso más importante de los humedales de Antisana es el agua, pero también podemos listar otros aportes al medio ambiente como:
· Fibras vegetales como raíces, lianas, cortezas de árboles. Estas fibras pueden tener usos tan diversos como artesanía, industria, etc. Actualmente se necesitan estudios para conocer en detalle el aporte de fibras vegetales de los humedales de Antisana.
· Crustáceos pequeños como camarones de laguna
· Plantas medicinales como valeriana, sunfo, chuquiragua, romerillo, pumamaqui, etc.
· Especies de aves como bandurrias, chupiles, gaviotas, gallinagos (animales similares a las perdices), águilas pescadoras…
· Mamíferos como el cóndor andino, oso de anteojos, venado de cola blanca, ciervo enano. Estos entre los más representativos y todos ellos en peligro de extinción salvo el venado.
En cuanto a las funciones de los humedales, en el caso de Antisana, la más importante es la provisión de agua para riego y consumo humano para la ciudad de Quito.
La provisión de agua dulce ocurre porque los humedales de altura captan las micropartículas de agua que el viento arrastra (la neblina). Estas partículas se condensan y son retenidas en las formaciones vegetales de los páramos que absorben el agua, la mantienen y la van liberando conforme se va saturando; tal como una esponja. Esta liberación del agua puede generar cursos de agua superficiales (ríos o riachuelos) o puede ir hacia los acuíferos subterráneos cargándolos nuevamente para que sigan fluyendo. Este proceso, a su vez, controla las inundaciones y sequías.
Otras funciones de los humedales son:
· Retención y exportación de sedimentos y nutrientes – Los animales y plantas de los humedales almacenan los nutrientes sólidos del agua (limus, hierro, azufre…). Estos nutrientes se reciclan y generan otras fuentes nutricionales para las cadenas alimenticias.
· Mitigación del cambio climático – el agua que los organismos sobre todo vegetales liberan hacia el ambiente durante la fotosíntesis se junta con el agua que el viento arrastra y se producen lluvias, lo que regula la temperatura.
· Reservorio de Biodiversidad – existen especies acuáticas animales y vegetales y toda una fauna asociada a los sistemas de humedales como el chupil, algunas especies de patos endémicos, el águila pescadora, gaviotas andinas, bandurrias, etc.
· Purificación natural del agua – el agua se purifica naturalmente porque hay organismos biológicos que eliminan partículas contaminantes que pueden venir en el aire o por cursos de agua. Cuando el agua de los humedales se va a cursos subterráneos pasa por rocas y material pétreo ayuda a la filtración y purificación del agua.
El trabajo de Fundación Antisana para la conservación de los humedales
Algunos humedales de la Reservas Ecológicas Cayambe Coca y Antisana presentan evidencias de cambios que podrían obedecer a la implementación de proyectos de captación de agua combinada con el manejo de sistemas productivos en la zona (pastoreo y quemas asociadas). Es necesario medir estos cambios para diseñar estrategias que mantengan o garanticen la generación de agua y el ambiente natural.
Bajo esta premisa, el Proyecto Parques en Peligro, financiado por USAID y The Nature Conservancy y ejecutado por el Ministerio del Ambiente, Fundación Antisana, Ecociencia y Fundación Ecológica Rumicocha está implementando planes de manejo a nivel regional. Es decir, se trabaja en el ordenamiento del uso de los recursos de todos los ecosistemas de humedales de las Reservas Ecológica Antisana y Cayambe Coca y su zona de influencia. Esto incluye humedales que están en predios privados (haciendas y propiedades comunitarias) en ambas reservas.
La noción principal es que al optimizar el uso del agua disponible se evita la presión a los humedales. La propuesta técnica es disminuir o eliminar el pastoreo en sitios de humedales, regular las técnicas de pesca de trucha de manera que no impacten al sistema de humedal, mantener controles de acceso a las reservas para evitar la caza, etc.
Los territorios contemplados para el Plan de Manejo son todo lo que conforma la zona alta de las Reservas Ecológicas Antisana y Cayambe Coca:
– la Cooperativa Muertepungo (donde está ubicada la laguna del mismo nombre)
– parte de la Hacienda Antisana
– la propiedad de Inga Alto
– la Hacienda Itulcachi
– la comuna El Tambo
– la zona de Paluguillo
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